Variaciones lumínicas en KIC 8462852 datan desde, al menos, el año 1890

EDIT 6 de febrero 2016: Novedades: Análisis indica que posiblemente KIC 8462852 no experimentó variaciones durante un siglo — Cosmo Noticias. Abajo sigue el artículo original 😉

KIC 8462852 es una estrella descubierta el año 2009. A fines del año pasado captó varios titulares de noticias, al publicarse un paper que mostraba variaciones en su luminosidad de magnitudes nunca antes vistas en una estrella de este tipo (click aquí para ir a nuestro artículo original sobre esta estrella, donde explicamos las variaciones en su luminosidad, y por qué resultan tan extrañas). Desde dicha publicación, los científicos han continuado estudiando esta estrella. La SETI, dedicada a la búsqueda de vida inteligente en el Universo, no detectó señales de radio provenientes de esta estrella. En noviembre, nuevas observaciones parecían reafirmar la hipótesis de que una familia de cometas estaría orbitando en torno a KIC 8462852.

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Sin embargo, una publicación enviada este mes a Astrophysical Journal Letters ha vuelto a remecer las noticias sobre esta estrella: a partir del estudio de antiguas placas fotográficas, utilizadas en el principio de los grandes observatorios astronómicos, se determinó que el comportamiento extraño de KIC 8462852 data desde, al menos, el año 1890.

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¿Cómo se pueden tener registros tan antiguos de esta estrella?

KIC 8462852 fue descubierta el año 2009, pero se tenía registro de ella desde hace mucho antes. La Universidad de Harvard mantiene una colección de más de 500.000 placas fotográficas, que eran el instrumento utilizado para registrar las imágenes astronómicas antes de la invención de los modernos sensores que se usan en la actualidad.

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Una placa fotográfica de 1952, obtenida en el Observatorio de la Universidad de Harvard, ahora el Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics. Imagen vía PBS.

Las placas fotográficas fueron usadas desde principios del siglo XIX para diversos usos, entre ellos, las imágenes astronómicas. Placas de vidrio, cubiertas con emulsiones sensibles a la luz, eran ubicadas en los focos de los telescopios. Este fue el sistema utilizado por los astrónomos para obtener sus imágenes hasta los años 1980s, cuando se inventaron los sensores CCD, que se utilizan hasta hoy. Sin embargo, gran parte de la astronomía que conocemos y entendemos hoy fue realizada con observaciones tomadas en placas fotográficas.

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Analizando una placa fotográfica. Imagen vía PBS.

En ese entonces, los análisis de estas placas se realizaban ubicándolas sobre monturas iluminadas, donde eran inspeccionadas minuciosamente por los astrónomos. Muchas veces éstos escribían o marcaban cosas en la misma placa. En esos tiempos, ser astrónomo observacional implicaba tener un ojo excelentemente entrenado para detectar variaciones en estas imágenes sin la ayuda de computadores.

Hoy, gracias al proyecto Digital Access to a Sky Century @ Harvard (DASCH), varios de los miles de placas fotográficas de la colección de dicha universidad han sido escaneadas, y las versiones digitales de alta resolución se encuentran disponibles para los astrónomos.

Cuando se descubrió el comportamiento extraño de KIC 8462852, los científicos del equipo accedieron a la base de datos de DASCH y ubicaron esta nueva estrella. Revisaron y analizaron su magnitud en 700 de las 1581 placas donde esta aparecía. Sin embargo, concluyeron que el comportamiento de la estrella parecía haber sido normal en los últimos 100 años, y en su paper postulan que las placas fotográficas no podrían reflejar el nivel de detalle necesario para contrastar con las observaciones hechas por el Telescopio Espacial Kepler.

Un ojo bien entrenado

Bradley Schaefer es astrónomo, doctorado en el MIT y actualmente trabaja como investigador y profesor en la Universidad del Estado de Lousiana. Él es experto en fotometría, es decir, en estudiar la variación de luminosidad de las estrellas. Y no sólo en fotometría como la hacemos ahora, sino en fotometría con placas fotográficas.

Schaefer plantea que hay enormes tesoros ocultos en las placas fotográficas de Harvard, pero que los astrónomos de las nuevas generaciones no las utilizan correctamente. Armado como en los viejos tiempos, con las 1581 placas fotográficas donde aparece la estrella, los mesones iluminados, y microscopios para ver las placas de cerca, Schaefer se dedicó a estudiar cuidadosamente las variaciones en luminosidad de KIC 8462852 en los últimos 100 años.

A partir de sus observaciones, Schaefer concluyó que la luminosidad de KIC 8462852 viene disminuyendo desde, al menos, el año 1890, que es de cuando se tienen las primeras observaciones. Desde principios de los años 1980s hasta fines de los 1980s, la luminosidad de esta estrella ha disminuído de una forma nunca antes vista en otras estrellas de su tipo.

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Los diamantes azules corresponden a la luminosidad de KIC 8462852 a lo largo de los años. Se ve que ésta ha ido disminuyendo. Los cuadros grises corresponden a la luminosidad de dos estrellas cercanas a KIC 8462852, en las cuales no se observa disminución alguna. Imagen: Bradley Schaefer.

Contrastados con la hipótesis de los cometas, estos nuevos datos presentan un problema: se necesitarían 648.000 cometas, de 200 km de diámetro cada uno, todos pasando frente a KIC 8462852 en el último siglo, para que esta hipótesis calzase con las nuevas observaciones.

Sigue la incertidumbre

En su paper, Schaefer plantea que tanto la disminución de la luminosidad de KIC 8462852 durante los últimos 100 años, como las variaciones extremas de su luminosidad observadas recientemente por Kepler, simplemente son visiones a escala temporal diferente de un mismo fenómeno astronómico. Es posible que la disminución que se observó a lo largo de 100 años haya ocurrido con variaciones extremas, como lo que se ha observado últimamente en periodos de tiempo más cortos. Por lo mismo, es posible que el mecanismo físico detrás de este comportamiento no corresponda a un evento repentino en particular, sino a algún proceso astrofísico con efectos continuos en el tiempo.

Por ahora, y como ocurre con cada nueva noticia de KIC 8462852, la conclusión es que es necesario seguir realizando observaciones para descubrir qué está ocurriendo en esta estrella. Probablemente estemos frente a un fenómeno astronómico nunca antes visto por nosotros, o un caso extremo de algún fenómeno conocido. Me parece importante recordar y mencionar que ninguno de los equipos que trabajan en el estudio de esta estrella avalan la hipótesis de la presencia de estructuras artificiales, creadas por civilizaciones extraterrestres. El consenso científico en estos casos es siempre agotar y probar todas las hipótesis naturales antes de considerar otra cosa. Además, en el caso de esta estrella, las últimas observaciones tampoco coinciden con lo que se esperaría en presencia de una civilización.

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