La sonda espacial Juno llega a Júpiter

Después de cinco años de viaje, la sonda espacial Juno de la NASA entrará hoy en órbita alrededor de Júpiter. Por un año y medio se mantendrá orbitando el planeta, tiempo durante el cual dará 37 órbitas que pasarán por los polos de Júpiter. En ese período, la sonda estará permanentemente expuesta a zonas de intensa radiación.

Representación artística de Juno acercándose a Júpiter. Imagen: NASA/JPL-Caltech
Representación artística de Juno acercándose a Júpiter. Imagen: NASA/JPL-Caltech

Juno será la segunda sonda espacial en orbitar Júpiter. La primera fue Galileo, que funcionó entre 1995 y 2003, y que se vió muy afectada por la radiación presente en el planeta. Juno, más fuerte y protegida, busca seguir los descubrimientos de Galileo y responder nuevas preguntas sobre el mayor planeta de nuestro Sistema Solar.

La misión Juno

En la mitología romana, Júpiter es el dios principal, padre de los dioses y de los hombres. Juno, diosa del matrimonio y reina de los dioses, era su esposa. Júpiter, que no se caracterizaba por ser un esposo fiel, cubrió la Tierra de densas nubes para visitar a Io, su amante. Sin embargo, Juno pudo ver a través de las nubes, descubriendo así esta relación. La sonda espacial Juno será la primera que podrá ver a través de las nubes de Júpiter, al igual como lo hizo la diosa que le da su nombre.

La sonda espacial Juno tiene 3.5 m de alto y 3.5 m de diámetro, y con sus paneles solares abiertos abarca un área de casi 60 m². Los tres paneles solares de Juno son los más grandes que se han usado en misiones a otros planetas, ya que normalmente en esos casos se utilizan elementos radioactivos para dar energía a las sondas. Juno es la primera sonda espacial en explorar el sistema solar exterior energizándose con paneles solares, y la nave con paneles solares que más lejos se encuentra de nuestro planeta.

La sonda espacial Juno, con sus tres enormes paneles solares, abarca un área de casi 60 m². Imagen: NASA/JPL-Caltech
La sonda espacial Juno, con sus tres enormes paneles solares, abarca un área de casi 60 m². Imagen: NASA/JPL-Caltech

Juno será la segunda sonda, después de Galileo, en orbitar a Júpiter. Juno pasará por los polos de Júpiter en cada órbita, permitiéndole así ver los polos desde arriba, algo que nunca se ha hecho. También será la primera sonda espacial que operará en el corazón del campo magnético de Júpiter. Al igual que la Tierra, Júpiter posee un campo magnético, sin embargo éste es unas 20.000 veces más poderoso que el de nuestro planeta.

Representación artística de Juno pasando por las bandas de radiación de Júpiter. Imagen: NASA
Representación artística de Juno pasando por las bandas de radiación de Júpiter. Imagen: NASA

La forma de la magnetósfera de Júpiter hace que distintas partículas cargadas eléctricamente queden atrapadas en una especie de «cinturón» que rodea al planeta. Esa banda de radiación posee partículas tan energéticas que pueden destruir cualquier vehículo que se acerque… y la órbita polar de Juno pasa, precisamente, por ahí. Es por eso que la sonda está protegida por una cámara de titanio, que permitirá mantener a salvo todos los sensibles instrumentos científicos que van en su interior. La intensidad de la radiación a la que Juno se verá expuesta es lo que limita la duración de esta misión: se espera que la sonda pueda realizar un máximo de 37 órbitas alrededor de Júpiter, durante un período de un año y medio de funcionamiento. Durante ese tiempo, Juno se verá expuesta a una radiación equivalente a 100 millones de radiografías dentales.

Auroras en Júpiter. Se espera que Juno obtenga imágenes cercanas de este fenómeno. Imagen: NASA, ESA, J. Nichols (University of Leicester)
Auroras en Júpiter. Se espera que Juno obtenga imágenes cercanas de este fenómeno. Imagen: NASA, ESA, J. Nichols (University of Leicester)

En su interior, Juno lleva nueve instrumentos científicos que le permitirán estudiar Júpiter en extremo detalle. Uno de estos instrumentos es la JunoCam, una cámara diseñada para tomar imágenes a todo color de Júpiter, a una resolución nunca antes vista. Algunas de las imágenes más esperadas son las de los polos de Júpiter durante sus auroras, hermoso fenómeno generado por el campo magnético del planeta. En el caso de Júpiter, las auroras boreales también se ven afectadas por su rotación y la de sus satélites.

Además de los instrumentos científicos, Juno también lleva en su interior una placa dedicada a Galileo Galilei, quien descubrió los cuatro satélites principales de Júpiter. La placa muestra un retrato de Galileo y un texto escrito por el mismo en 1610 en el cual describe sus observaciones de dichos satélites, hoy conocidos como las «lunas galileanas» de Júpiter.

La placa a bordo de Juno, con textos de Galileo Galilei. Imagen: NASA/ESA
La placa a bordo de Juno, con textos de Galileo Galilei. Imagen: NASA/ESA

Pero la placa no es el único souvenir a bordo de Juno. También lleva en su interior tres figuras de Lego: una representando a Galileo con un telescopio en su mano, otra al dios romano Júpiter con un rayo, y otra de su esposa Juno que lleva una lupa para ver a través de las nubes. A diferencia de las figuras Lego usuales, las que van a bordo de Juno están hechas de aluminio, para aguantar sin problemas el viaje.

Las tres figuras de Lego a bordo de la sonda: Galileo con el planeta Júpiter y un telescopio, Juno con una lupa, y Júpiter con un rayo. Imagen: NASA.
Las tres figuras de Lego a bordo de la sonda: Galileo con el planeta Júpiter y un telescopio, Juno con una lupa, y Júpiter con un rayo. Imagen: NASA.

 

¿Por qué Júpiter?

Representación artística de un sistema planetario en formación. Se cree que Júpiter se formó cuando el Sistema Solar aún era muy joven. Imagen: NASA/JPL-Caltech
Representación artística de un sistema planetario en formación. Se cree que Júpiter se formó cuando el Sistema Solar aún era muy joven. Imagen: NASA/JPL-Caltech

Se cree que Júpiter fue uno de los primeros planetas en formarse en nuestro Sistema Solar. Esto, ya que posee altos porcentajes de hidrógeno y helio, que son los mismos gases que componen el Sol. En los primeros millones de años de vida del Sol, un intenso viento solar removió todo el gas residual de la nebulosa donde nuestra estrella se formó. Dado que Júpiter posee altas cantidades de hidrógeno y helio, se tiene que haber formado cuando el Sistema Solar aún era muy joven, ya que en ese entonces dicho elementos eran abundantes en sus alrededores.

Conocer más sobre la formación de Júpiter nos ayudará a aprender sobre la formación del Sistema Solar completo. Además de responder preguntas pendientes sobre ese planeta, las observaciones de Juno permitirán comprender de mejor manera cómo se forman los sistemas planetarios, de los cuales cada día se descubren más.

En 1995, la sonda Galileo dejó caer un sensor en la atmósfera de Júpiter para estudiar su composición. Estas observaciones mostraron que la atmósfera del planeta era distinta a lo que se creía, lo que indicaba que las teorías de formación planetaria que existían en ese momento estaban equivocadas. Las observaciones que hizo de Júpiter la sonda Galileo ayudaron a refomar nuestra visión del planeta y de los sistemas planetarios en general. Hoy, aún quedan muchísimas preguntas por resolver, ya que no se ha observado a través de las densas nubes de Júpiter.

Se espera que las observaciones realizadas por Juno ayuden a determinar cuánta agua y oxígeno hay en Júṕiter, cómo y cuándo se formó el planeta, cuál es su estructura interna, cómo es su rotación, si posee un núcleo sólido, cómo se relacionan sus bandas y manchas con su movimiento interno… todo eso y más se espera aprender con los datos de la misión Juno.

La llegada

Cuando Juno alcance su posición exacta para entrar en órbita, todos sus instrumentos se apagarán, y su motor quemará combustible por 35 minutos para frenar la sonda: de más de 230.000 km/h, pasará a 1.931 km/h. Esta disminución de velocidad permitirá a la sonda ser atrapada por el campo gravitacional de Júpiter, entrando en su órbita inicial que durará 53 días. Durante esta primera órbita, no se realizarán muchas observaciones, por lo que se espera que a fines de agosto se tengan las primeras noticias y mediciones con todos los instrumentos funcionando.

Juno tiene entre 20 y 30 minutos para ubicarse en órbita a su llegada a Júpiter. Sin embargo, las señales de la sonda demoran aproximadamente una hora en llegar a la Tierra, por lo que se vivirán varios minutos de expectación antes de saber si la entrada en órbita fue exitosa. ¡Esperemos que así sea! 🙂

Fuentes y links de interés

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