Kepler 452b, o la ‘Tierra 2.0’: se descubre el planeta más similar al nuestro hasta ahora

Una vez más, un anuncio de la NASA sacudió al mundo científico: un nuevo exoplaneta, de proporciones similares a la Tierra y ubicado en la zona habitable de su estrella ha sido descubierto por la misión Kepler. Todas las características del llamado Kepler 452-b lo hacen, hasta ahora, el exoplaneta más parecido a nuestra Tierra.

Representación artística de Kepler 452-b. Vía NASA.
Representación artística de Kepler 452-b. Vía NASA.

¿Qué es lo que hace a Kepler 452b tan parecido a la Tierra? ¿Cuál es la importancia de este descubrimiento? ¿Qué son los exoplanetas, y cómo se descubren? Te lo explicamos todo a continuación.

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¿Qué es un exoplaneta?

Exoplaneta, o planeta extrasolar, es el nombre que se le da a planetas que orbitan en torno a estrellas distintas al Sol. Desde la primera detección confirmada de un exoplaneta, en 1995, ya se han descubierto 1935 más. Esta cifra se disparó en el año 2014 como resultado de la misión Kepler, de la NASA: el 26 de febrero de ese año, la NASA anunció  el descubrimiento de 715 nuevos exoplanetas, gracias a dicha misión.

¿Qué es la misión Kepler?

Kepler es un telescopio espacial cuya única misión es detectar exoplanetas. Lanzada en marzo de 2007, su nombre honra a Johannes Kepler, uno de los astrónomos más importantes del siglo XVII, conocido por sus tres leyes del movimiento planetario y sus detallados estudios de las órbitas planetarias, realizadas a partir de observaciones del astrónomo Tycho Brahe.

El telescopio espacial Kepler cuenta con sólo un instrumento, un fotómetro diseñado especialmente para detectar exoplanetas. Está orientado hacia una región específica de la galaxia, entre las constelaciones Cygnus, Lyra, y Draco, las tres del hemisferio norte. La cantidad enorme de planetas que la misión Kepler ha detectado se encuentran sólo en esa pequeña zona del cielo. ¡Imaginen cuántos nuevos exoplanetas descubriríamos si abarcáramos un área mayor!

Número de exoplanetas descubiertos, antes y después del anuncio de Kepler el 26 de febrero de 2014. Imagen vía NASA.
Número de exoplanetas descubiertos, antes y después del anuncio de Kepler el 26 de febrero de 2014. Imagen vía NASA.

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¿Cómo detectamos exoplanetas?

Por ubicarse generalmente en estrellas muy lejanas, y como los planetas son mucho más pequeños que la estrella en torno a la que orbitan, los exoplanetas no pueden detectarse mediante observación directa. Esta es también la razón por la cual aún no existen imágenes de alguno de los exoplanetas descubiertos: todas las que vemos en internet son sólo representaciones artísticas.

Existen varios métodos para detectar exoplanetas. El primero es el de la velocidad radial. Cuando una estrella tiene uno o más planetas orbitando a su alrededor, esto afecta su velocidad: la estrella no se mueve exactamente como lo haría si no estuviera acompañada. La estrella no mantiene una velocidad constante en su órbita, sino que parece estar acercándose y alejándose de la Tierra, periódicamente. Estas variaciones en velocidad pueden medirse con mucha precisión, y los resultados permiten determinar la existencia de planetas alrededor de la estrella. Algo interesante de este método es que también nos permite estimar la masa de los planetas descubiertos.

Otro método es el de lentes gravitacionales. Supongamos que tenemos una estrella como el Sol, y que detrás de ella (a varios miles de años luz de distancia) hay otra estrella muy brillante, o algún tipo de objeto lejano, como un cuásar, un tipo de galaxia muy lejana y brillante. Cuando observamos la estrella original, veremos que la luz del cuásar forma arcos de luz a su alrededor. Esto, debido a que la fuerza de gravedad de la estrella curva la luz del cuásar.

Un ejemplo muy notorio de lentes gravitacionales: el conjunto de galaxias del centro de la imagen curva la luz de una galaxia mucho más lejana, de color azul, que se encuentra millones de años luz atrás. Imagen vía Physics Central.
Un ejemplo muy notorio de lentes gravitacionales: el conjunto de galaxias del centro de la imagen curva la luz de una galaxia mucho más lejana, de color azul, que se encuentra millones de años luz atrás. Imagen vía Physics Central.
Esquema de cómo una galaxia puede curvar la luz de un quásar mucho más lejano, generando los llamados ‘lentes gravitacionales’ (mostrados como Imagen A e Imagen B en el esquema), que se ven como los arcos de la imagen de arriba. Vía NASA.

Cuando observamos una estrella y conocemos su masa aproximada, podemos estimar cómo son los lentes gravitacionales que generaría. Sin embargo, la presencia de un planeta alrededor de la estrella afecta la generación de lentes gravitacionales, permitiéndonos así detectarlos.

El método más utilizado actualmente, y el que usa la misión Kepler, es conocido como el método de los tránsitos. Este método se basa en medir constantemente la luminosidad de una estrella. Si hay un planeta, este pasará por delante de la estrella en algún momento, un fenómeno llamado tránsito, y la luminosidad de la estrella disminuirá. Al escanear enormes áreas del cielo, con miles o cientos de miles de estrellas a la vez, es posible encontrar estrellas que poseen estos tránsitos. Si bien es un método que puede parecer lento, hasta ahora ha pemitido descubrir muchos más planetas que los otros métodos.

Otra ventaja de observar los tránsitos es que nos permiten determinar el tamaño del exoplaneta, y además estudiar su atmósfera directamente, cosas que con los otros métodos no se pueden hacer. El mayor problema con este método es que tiene una alta tasa de falsos positivos, por lo que los candidatos a exoplanetas descubiertos de este modo requieren mediciones adicionales para ser confirmados.

¿Qué tiene de especial Kepler 452b?

Como ya mencionamos más arriba, son casi 2000 los exoplanetas que se han descubierto en los últimos 20 años. ¿Por qué es, entonces, Kepler 452b tan especial? Algunos puntos son:

  • Se encuentra en la zona habitable de su estrella. La zona habitable de una estrella corresponde a un área con forma de anillo, alrededor de cada estrella. Esta área define la zona donde se podrían encontrar planetas con agua líquida en su superficie, lo que facilitaría la presencia de vida. La zona habitable se define por varios factores, como distancia a la estrella, según su tamaño y radiación, y es por eso que para cada estrella es diferente. En nuestro sistema solar, Venus, la Tierra, y Marte se ubican en la zona habitable. Como ven, que un planeta esté en la zona habitable no significa inmediatamente que tenga agua, o vida.

    En verde se muestra la zona habitable de nuestro Sol. Imagen vía Kids Discover.
    En verde se muestra la zona habitable de nuestro Sol. Imagen vía Kids Discover.
  • Orbita en una estrella muy similar al Sol. La estrella en torno a la cual orbita Kepler 452b es de tipo G2, al igual que el Sol. Esto quiere decir que son de tamaño, masa y temperatura muy similares.
  • Su órbita dura 385 días, solo un 5% más que la nuestra. Además, se encuentra un 5% más lejos de su estrella que nosotros del Sol. Esto quiere decir que, si pudiésemos visitar este exoplaneta, nos sentiríamos un poco como en casa: las condiciones lumínicas serían muy similares, e incluso las plantas podrían realizar fotosíntesis sin problemas.
  • Su diámetro es un 60% mayor al nuestro. Debido a esto, se dice que es una ‘super-Tierra’. Probablemente el exoplaneta sea también mucho más masivo que la Tierra, lo que significa que tiene una mayor fuerza de gravedad: en Kepler 452b pesaríamos alrededor del doble de lo que pesamos en nuestro planeta.
  • El sistema es 1.500 millones de años más viejo que el nuestro. Esto podría significar que Kepler 452b es un planeta como nuestra Tierra, pero muchísimo más viejo. El exoplaneta podría ya estar pasando por procesos como un efecto invernadero acelerado, que ocurrirán en la Tierra en varios millones de años más, cuando el Sol comience a expandirse.
  • Por donde se ubica, es altamente probable que sea un planeta rocoso, como el nuestro. Debido a las mediciones realizadas y a comparaciones con otros exoplanetas descubiertos, lo más probable es que Kepler 452b tenga una superficie rocosa como la de la Tierra.

¿Qué importancia tiene este descubrimiento?

Por ahora, pensar en visitar Kepler452b es prácticamente imposible: el sistema de encuentra a 1.400 años luz de distancia; es decir, viajando a la velocidad de New Horizons, nos tomaría casi 26 millones de años en llegar.

Sin embargo, estudiar este exoplaneta puede ser muy interesante para nuestro futuro. Al orbitar en torno a una estrella mucho más vieja que el Sol, esta puede estar entrando ya en etapas de aumento de temperatura propias de la evolución de las estrellas de este tipo. Si esto es así, Kepler 452b podría estar viviendo un efecto invernadero acelerado, lo que podría generar la evaporación de sus océanos.

Descubrir cómo ha evolucionado Kepler 452b y su estrella nos permiten tener una visión como nunca antes de lo que podría ocurrir con la Tierra en el futuro. Estudiar un planeta tan similar al nuestro puede llevarnos a nuevas reflexiones sobre nuestro propio hogar.

Además, por supuesto, siempre se mantiene la posibilidad de que pueda existir vida en Kepler 452b, o que pueda haber existido en el pasado, lo cual siempre es una pregunta emocionante. Esperemos poder descubrir una respuesta pronto.

Links de interés

NASA’s Kepler Mission Discovers Bigger, Older Cousin to Earth — NASA JPL
Kepler-452b: What It Would Be Like to Live On Earth’s ‘Cousin’ — Space.com

3 thoughts on “Kepler 452b, o la ‘Tierra 2.0’: se descubre el planeta más similar al nuestro hasta ahora

  1. […] Esta estrella fue descubierta el año 2009 y desde entonces ha sido observada constantemente por el Telescopio Espacial Kepler, de la NASA. Este telescopio está dedicado exclusivamente a buscar planetas extrasolares, o planetas que orbitan estrellas distintas que nuestro Sol. Ya habíamos hablado sobre este telescopio antes, en el post de el descubrimiento del planeta Kepler 452b, o ‘Tierra 2.0’. […]

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