Una de las misiones astronómicas más ambiciosas de las últimas décadas cumplió sus primeras metas durante septiembre de 2018: la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) logró llevar una sonda hasta un asteroide y depositar no uno, sino tres rovers en su superficie.
Algo parecido fue lo que hizo la misión Rosetta en 2015, pero la misión japonesa tiene un objetivo aún más especial: tomar muestras físicas de la superficie del asteroide, y traerlas de vuelta a nuestro planeta.
¿Por qué este asteroide?
El asteroide a estudiar es 162173 Ryugu, o sólo Ryugu para los amigos. Tiene un diámetro de 1 km y está clasificado como un objeto cercano a la Tierra, o NEO por sus siglas en inglés (Near Earth Object). Este asteroide pertenece al Grupo Apolo, un grupo de NEOs cuyas órbitas se mueven entre Marte y la Tierra. Ryugu está clasificado como un asteroide potencialmente peligroso, ya que en ciertas partes de su órbita se acerca a la Tierra a una distancia cercana a 20 veces la distancia Tierra-Luna.
Ryugu es un asteroide tipo C, o con alto contenido carbónico. Se cree que la superficie de estos asteroides conserva elementos prístinos desde la formación del Sistema Solar. Explorar las superficies de este tipo de asteroides nos permitirá entender más sobre el origen y evolución de los planetas interiores y, también, sobre el origen del agua y los compuestos orgánicos que existen en la Tierra.
Tocando asteroides
El primer intento de JAXA de obtener muestras de un asteroide fue a principios de los 2000 con la sonda Hayabusa, que exploró el asteroide 25143 Itokawa, del mismo tipo y ubicación que Ryugu. Hayabusa, en japonés はやぶさ, significa «halcón peregrino».
Hayabusa llegó al asteroide Itokawa en noviembre de 2005, pero sus sistemas de toma de muestras no funcionaron correctamente. Solo una pequeña cantidad de polvo fue obtenida y regresada a la Tierra. Aún así, en septiembre de 2011 la revista Science publicó seis artículos sobre la composición de Itokawa. Con Hayabusa2, JAXA busca remediar los problemas de la primera misión y obtener mejores muestras en este nuevo asteroide.
Los rovers
A bordo de la sonda Hayabusa2 viajaron una serie de rovers: ROVER-1A y 1B, a bordo del contenedor MINERVA-II, fueron depositados exitosamente sobre el asteroide el 21 de septiembre de 2018. Otro contenedor, MINERVA-IIB, posee dos rovers más: ROVER-2 y MASCOT. MASCOT llegó a la superficie de Ryugu el 3 de octubre de 2018. ROVER-2 está planificado para comenzar su misión durante 2019. En conjunto, los rovers poseen una serie de instrumentos para estudiar el comportamiento del asteroide, como cámaras, termómetros, acelerómetros, y magnetómetros.
Cada rover tiene alrededor de 18 cm de diámetro. Dado a que la gravedad sobre la superficie de Ryugu es 60.000 veces menor que en la Tierra, los rovers no recorrerán el asteroide como lo hacen los rovers en Marte, sino que estarán «saltando» sobre él y tomando imágenes y mediciones en sus acercamientos. Gracias a los rovers 1A y 1B, pudimos ver las primeras imágenes a todo color de la superficie de un asteroide. Las fotos se ven movidas y borrosas, ya que los rovers las tomaron en pleno movimiento de descenso a la superficie del asteroide.
Como Hayabusa2 se acercó de manera especial a Ryugu para depositar los rovers, también pudimos ver una foto de la superficie del asteroide donde la sombra de la sonda es claramente visible:
Debajo de la superficie
La segunda parte de esta misión, y la más ambiciosa, es la labor de la sonda Hayabusa2 propiamente tal. Este satélite no solo se utilizó para llevar los rovers a Ryugu, sino que también se encargará de extraer y traer de regreso a la Tierra muestras de la superficie del asteroide.
Estudiar directamente la superfice de los objetos astronómicos no es trabajo fácil. Durante los años 70, distintos grupos de astronautas trajeron muestras de rocas lunares para su estudio. El rover Curiosity se encuentra explorando Marte y tomando y analizando in situ muestras de su superficie, enviando solo los resultados de su experimentos a los científicos en la Tierra. Hayabusa2, en cambio, traerá las muestras de regreso a la Tierra para que puedan ser analizadas directamente.
Las muestras que tomará Hayabusa2 serán de dos tipos. La primera será una muestra de la superficie de Ryugu, para la cual el satélite usará una especie de cañón con el cual impactará la superficie y recolectará polvo y pequeñas partículas que sean eyectadas por el impacto. La segunda muestra será más profunda, para recolectar partículas que no hayan estado expuestas al ambiente del espacio durante la vida del asteroide. Para esto Hayabusa2 utilizará un segundo proyectil, más poderoso que el primero, para formar un cráter más profundo. Unos días después del impacto, el satélite se acercará a la zona del impacto para tomar muestras del centro del cráter. Una vez que las muestras estén a salvo a bordo del satélite, Hayabusa2 depositará una cámara en el cráter para poder observar cómo evoluciona la superficie en el tiempo.
Las tomas de muestras superficiales serán a fines de octubre de 2018 y en febrero de 2019. Las muestras del cráter serán obtenidas en mayo de 2019. En diciembre de 2019, Hayabusa2 comenzará su viaje de retorno a nuestro planeta. Se espera que llegue en diciembre de 2020, donde el satélite dejará caer en nuestro planeta una cápsula especial con las muestras, antes de seguir en una trayectoria que quizás la lleve a un segundo asteroide, pero esto aún depende del éxito de la misión principal.
A futuro
Si todo sale con éxito, Hayabusa2 nos permitirá estudiar la superficie de un asteroide como nunca antes lo hemos hecho. Los resultados obtenidos del estudio de estas muestras nos permitirán aprender más sobre el ambiente en que se formaron la Tierra y el resto de los planetas del Sistema Solar. Los asteroides son resquicios de las primeras etapas de nuestro hogar en el Universo, y estudiarlos nos puede ayudar a comprender mejor cómo llegaron los compuestos orgánicos, y los seres vivos, a este rincón del espacio.
Pienso que estas misiones también pueden ayudar a diseñar soluciones para cambiar la trayectoria de asteroides «potencialmente peligrosos»….
Hola,
Gracias por la información. ¿Hay algún artículo sobre el resultado de las muestras tomadas en la exploración anterior?
Gracias!
Hola Jorge,
este es el artículo principal: http://science.sciencemag.org/content/312/5778/1330
En esa misma edición de la revista Science se publicaron, si no me equivoco, 6 papers más sobre el tema.