A fines de febrero recién pasado se anunció el descubrimiento de cuatro nuevos planetas alrededor de la estrella TRAPPIST-1. Sumados a los tres descubiertos en 2015, son siete los planetas rocosos que orbitan esta estrella, ubicada a unos 40 años luz de distancia de nosotros.

Uno de los puntos que más llamó la atención sobre este anuncio fue el hecho de que los siete planetas son «similares» a la Tierra, y que tres de ellos se ubican en la llamada «zona habitable» de su estrella. Este hecho por sí solo dio pie a que algunos medios llegaran a afirmar que estos tres planetas «albergarían agua líquida y vida», algo de lo que aún no se tiene evidencia alguna.
El término «zona habitable» suele prestarse para confusiones y exageraciones que resultan muy alejadas de la realidad. Vamos a revisar a qué se refiere este término y usaremos el caso de TRAPPIST-1 como ejemplo de que son muchos más los factores que están en juego para determinar si un planeta tiene vida o no.